(Del 21 al 23 de febrero de 2020)
Nuestra llegada a Lisboa
fue impresionante desde el primer momento ante la vista que nos ofrecía desde su hermosísimo puente 25 de abril. Tras el alojamiento en el divertidísimo Hans Brinker Hostel Lisbon
comenzamos con nuestro paseo por las avenidas lisboetas como la del Marqués de Pombal, Plaza Restauradores…
hasta llegar a la puerta de entrada a la popular Plaça del Comercio
Al siguiente día, nos dirigimos
al Barrio de Belém para visitar el Monasterio de los Jerónimos y su imponente
claustro
la tumba con la reflexiva inscripción del famoso escritor Fernando Pessoa.
Para los que aún no sabemos esta lusitana lengua ...
fue impresionante desde el primer momento ante la vista que nos ofrecía desde su hermosísimo puente 25 de abril. Tras el alojamiento en el divertidísimo Hans Brinker Hostel Lisbon
comenzamos con nuestro paseo por las avenidas lisboetas como la del Marqués de Pombal, Plaza Restauradores…
hasta llegar a la puerta de entrada a la popular Plaça del Comercio
Abandonando esta zona de calles
en forma de cuadrículas rectilíneas, resultantes del terrible terremoto que
sufrió Lisboa el 1 de Noviembre de 1755 y que destruyó el 85 % de la ciudad,
continuamos nuestro paseo por la calle comercial Rua Augusta para visitar la
Catedral de Lisboa hacia el Barrio de La Alfama (la zona más antigua de la
ciudad) y el Mirador de Portas do Sol en el espacioso Tranvía 28 “amarello”
hasta llegar al Mirador de Santa Luzia. Que nos sorprendía por sus
vistas y su música en vivo.la tumba con la reflexiva inscripción del famoso escritor Fernando Pessoa.
Para los que aún no sabemos esta lusitana lengua ...
Para ser grande, sé entero: nada
tuyo exageres o excluyas.
Sé todo en cada cosa. Pon cuanto
eres
en lo mínimo que hagas
Por eso la luna brilla toda
en cada lago, porque alta vive.
Fernando Pessoa
(como Ricardo Reis, Odes
14-2-1933)
En el mismo barrio nos
encontramos el magnífico Monumento de los Descubrimientos,
hasta llegar a la coqueta y defensiva Torre de Belém.
No pudimos despedirnos de esta zona sin degustar los pastéis de Belém recién horneados en la famosa Pastelería de Belém
hasta llegar a la coqueta y defensiva Torre de Belém.
No pudimos despedirnos de esta zona sin degustar los pastéis de Belém recién horneados en la famosa Pastelería de Belém
Tras un pequeño paseo por el
barrio de El Castelo hasta llegar al Mirador de Graça, bajamos por el bohemio
barrio de La Alfama hasta llegar al Panteón Nacional
dónde, al ser sábado, tuvimos la suerte visitar el popular mercado de la Feira da Landra (Se llama así porque antiguamente los ladrones vendían allí los enseres de los demás)
dónde, al ser sábado, tuvimos la suerte visitar el popular mercado de la Feira da Landra (Se llama así porque antiguamente los ladrones vendían allí los enseres de los demás)
Tras un reparador y merecido
descanso, al día siguiente, y tristemente, el último, nos dirigimos a la zona
de la Expo o Parque de las Naciones, para visitar el Oceanarium, acuario que
nos dejó boquiabiertos,
tanto que a alguno
donó sus gafas de sol a los peces. Terminada la visita, los más intrépidos
montaron en el telesférico
y superaron sus fobias al vértigo, otros visitaron grandes centros comerciales… La vuelta era inminente por el famoso Puente Vasco de Gama, que parecía despedirse don un fado.
y superaron sus fobias al vértigo, otros visitaron grandes centros comerciales… La vuelta era inminente por el famoso Puente Vasco de Gama, que parecía despedirse don un fado.
Esperamos que estos recuerdos
brillen en nuestros corazones,
como la luz del Tajo...
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